Argentina: nuevo billete de 500 pesos.

El día de hoy, 30 de junio de 2016, el Banco Central de la República Argentina emite una nuevo billete de alta denominación, de 500 pesos, inaugurando una nueva serie denominada "Animales autóctonos de la Argentina". Se destaca en este billete la incorporación de un "yaguareté" como imagen principal y el cambio de formato (ahora es vertical/horizontal para anverso/reverso).

Si la renovación de imagen y cambio de formato es muy impactante, en los insumos no se perciben cambios relevantes, ya que sólo el hilo de seguridad sería distinto a los ya empleados en las otras denominaciones, conservándose papel 100% algodón y elementos de los últimos diseños.

Pero la seguridad documental no sólo pasa por los insumos que se emplean, sino también por otros ejes que van más allá del mismo billete. Uno de los más importantes es la comunicación o difusión que se realiza sobre las nuevas emisiones, que en los mejores casos se pueden considerar campañas de alfabetización.

En este caso, el BCRA incurre en una comunicación deficiente de este nuevo billete.
Los investigadores involucrados en la alfabetización de la emisión de papel moneda destacan que los usuarios suelen realizar controles deficientes sobre la autenticidad de los billetes por las siguientes razones:

- El usuario no conoce los elementos de seguridad que se incorporan para autenticar el billete.

- El usuario conoce los elementos de seguridad pero desconoce las técnicas correctas para activarlas.

- El billete está en pésimas condiciones materiales (sucio, contaminado con escritos, roto) y no se visualizan en toda su dimensión los elementos de seguridad.

- El usuario realiza el control bajo condiciones ambientales inapropiadas y entonces no reconoce los elementos de seguridad (por ejemplo, un control con poca luz impide visualizar en toda su dimensión las propiedades de dispositivos de variabilidad óptica como imágenes latentes, marcas de agua, tintas OVI y SPARK).

- El usuario no realiza un control eficiente para evitar avergonzarse delante de otros. Por ejemplo, no controla los billetes en la cola del banco o del supermercado para no incomodarse ante la mirada de los otros clientes que esperan después de él.

El Banco Central emisor sólo puede controlar los tres primeros factores.

En el caso del nuevo billete, el BCRA difunde su emisión en el link http://www.bcra.gov.ar/Noticias/not000081.asp, información que fue distribuida y reemitida por distintos medios de comunicación. En su sitio se observa una comunicación deficitaria ya que tanto en el comunicado como videos solamente se informa sobre los elementos de seguridad que contiene el billete, pero nada dice de cómo se los activa; en otras palabras, qué técnica debe emplearse para reconocer cada una de esas características. En la infografía se hace mención a algunas técnicas pero no se explica cómo se las aplica correctamente sobre el billete.

Este modo de comunicar un nuevo de diseño de billete ha quedado atrás en el tiempo y prueba de ello es la campaña de alfabetización que lanzó el BCE cuando emitió sus primeros EUROS, en la cual priorizaba las técnicas de control con su frase “toque, gire y mire”. De esta manera, no se trata solamente de difundir información, sino de enseñar al usuario a “leer” un billete con las técnicas apropiadas.

Por ello, en mi opinión, la comunicación que circula en el portal de Cliente Bancario, http://www.clientebancario.gob.ar/, que es propiedad del BCRA, es más completa que la anterior pues introduce las técnicas para realizar el control.

Aún así, allí se observan dos omisiones importantes: una es la ausencia en las solapas del “incline” o “gire” y del "toque" (deberían ir junto a "trasluz" y "luz ultravioleta") y la otra la omisión de un elemento de seguridad muy importante.

Para finalizar, en el siguiente video del BCRA, que no fue publicado en su sitio sino en el diario Clarín (http://www.ieco.clarin.com/Presentan-nuevo-billete_0_1604239698.html), la información es más completa que la de los videos del sitio del BCRA, pero las imágenes son muy pobres y sigue faltando información sobre los elementos de seguridad.

Fuentes: BCRA, Cliente Bancario, Clarin