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22.11.23

Cómo los dólares falsificados han invadido a Venezuela


Fuente en inglés: https://insightcrime.org/news/how-counterfeit-dollars-have-overrun-venezuela/


En el corazón del sector comercial de Sabana Grande, en Caracas, Venezuela, cada vez más vendedores se han visto obligados a adquirir equipos electrónicos para identificar dólares falsos.

“Yo misma he agarrado dólares falsos, los reconozco por el relieve”, dice Consuelo*, la encargada de una tienda en la zona. “Yo por lo menos los agarro y ya sé que son falsos. He agarrado de US$100 y de US$20”.

Como Consuelo, decenas de comerciantes y vendedores de divisas en zonas visitadas por InSight Crime en Caracas y la frontera con Colombia están en constante alerta y manifiestan preocupación frente la circulación de dólares falsos en Venezuela.

La alarma de las divisas falsificadas se encendió en el instante en el que el país se sumergió en un proceso de dolarización ‘de facto’ que comenzó en 2017 y que para mayo de 2023, de acuerdo con cifras de la consultora Ecoanalítica, representó el 52,7 % del total de transacciones comerciales a nivel nacional.

Sin embargo, aun cuando este delito está prosperando al interior de Venezuela, el flujo de billetes falsificados proviene del exterior.

Según información proporcionada por el Servicio Secreto de los Estados Unidos y autoridades judiciales y policiales colombianas que hablaron con InSight Crime, Colombia y Perú son los principales responsables de la producción de dólares falsos que se trafican en Venezuela y en la región.

Con la fábrica de dólares falsificados a la vuelta de la esquina, una dolarización prácticamente imparable y unas instituciones financieras asfixiadas por la crisis económica interna, Venezuela es el caldo de cultivo ideal para que los dólares falsos encuentren una nueva guarida.
La dolarización atrae a los falsificadores

El arribo masivo de dólares a Venezuela, causado en principio por una de las inflaciones más elevadas del mundo y la continua depreciación de su moneda local, abrió la puerta a un mercado paralelo donde los dólares falsos pueden transitar sin mayores restricciones.

En junio, el medio local El Carabobeño publicó una serie de recomendaciones para prevenir a la población sobre una aparente una oleada a nivel nacional de billetes fraudulentos de US$ 20 dólares.

Un mes después, durante una inspección rutinaria en la frontera colombo-venezolana, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) capturó a un hombre proveniente de Colombia con aproximadamente US$ 150.000 dólares falsos en un punto de control fronterizo en el estado de Táchira.

Las alertas venían desde antes. En Octubre de 2022, Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), indicó que, en lo corrido de ese año, habían registrado entre cuatro y cinco denuncias por mes.

Para introducir los billetes falsificados dentro de la economía legal venezolana, una vendedora local le explicó a InSight Crime que las redes criminales alteran billetes de menor denominación y los hacen pasar por otros de mayor valor.

“En otras tiendas pasan un billete por un lado y es de 100, pero en realidad las máquinas los detectan como si fueran de 20”, puntualizó la comerciante.

Un funcionario del sistema judicial en Colombia, que prefirió reservar su nombre porque tiene investigaciones abiertas contra redes de falsificadores, afirmó que ciudades fronterizas colombianas como Maicao, en el departamento de la Guajira, y Cúcuta, en Norte de Santander, son zonas clave de producción de dólares falsos que son enviados a suelo venezolano.

La compra de dólares falsos que se fabrican en regiones colombianas y terminan ingresando a Venezuela es un modus operandi ya identificado por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) de la Policía Nacional de Colombia.

En junio de 2021, después de desmantelar una fábrica destinada a la falsificación de moneda en el municipio de San Cayetano, departamento de Norte de Santander, Colombia, agentes de la Policía local explicaron a El Tiempo que los grupos criminales venezolanos pedían paquetes de billetes falsos por encargo y pagaban $45.000 pesos colombianos (US$ 10 aproximadamente) por un billete de US$ 100 dólares.

Aunque InSight Crime no ha encontrado una conexión directa entre las principales estructuras criminales que operan localmente y el negocio de los dólares falsos en Venezuela, la presencia y control de importantes corredores transfronterizos por parte de algunos de estos grupos, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) o facciones de las disidencias de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), también conocidas como las ex-FARC mafia, pueden traducirse en una oportunidad para ampliar sus réditos ilícitos.

La sombra de la falsificación de dólares en Venezuela ha ido creciendo de la mano con una progresiva dolarización ‘de facto’ en la que está sumergida el país desde hace 6 años aproximadamente.

Mientras el bolívar se fue desmoronando debido a la hiperinflación y a las fallidas políticas económicas gubernamentales, el dólar se presentó -a mediados de 2017- como un refugio y una alternativa para un país que veía como su moneda perdía valor con cada minuto que pasaba.

“El bolívar prácticamente hoy en Venezuela es inexistente como moneda”, dijo Edison Morales, profesor de economía de la Universidad de Zulia.

Ante la inminente avalancha de dólares que comenzaron a circular a nivel nacional, el presidente Nicolás Maduro se vio obligado a suprimir en 2018 la Ley de Ilícitos Cambiarios. En otras palabras, el gobierno levantó las restricciones para comprar divisas y hacer transacciones con monedas extranjeras en el país.

Para el 2021, el dólar ya había reclamado un lugar fundamental en la economía cotidiana de la población venezolana, llegando a ocupar el 55% de las transacciones en el país.

“Nuestra dolarización es una dolarización de facto, por así decirlo. Es una dolarización solo para transar en moneda, pero, no es una dolarización oficial, porque los sueldos y salarios, por ejemplo, son pagados en bolívares”, dijo a InSight Crime un economista del Observatorio Venezolano de Finanzas que pidió omitir su nombre por cuestiones de seguridad.

Y, aunque es difícil estimar la cantidad total de dólares que circulan en Venezuela ya que el Banco Central no tiene el control sobre su emisión, cifras aproximadas entregadas por la firma Ecoanalítica en los últimos años, reflejan cómo el país pasó de tener 2.600 millones de dólares en circulación durante 2019 a casi 4.825 millones en agosto de 2023.
El aumento progresivo de la circulación de dólares en Venezuela “es un buen escenario para que cualquier mafia que esté haciendo esto de los dólares falsos se integre”, agregó el economista del Observatorio Venezolano de Finanzas.

Entran dólares, salen bolívares

Así como los dólares falsos están ingresando a Venezuela, también hay una importante fuga de bolívares que tienen una elevada demanda por parte de organizaciones delictivas de la región.

Localmente inservibles, millones de bolívares que salieron de circulación en Venezuela elevaron su cotización en el mercado criminal de la región debido a las propiedades de su papel, que es difícil de adquirir comercialmente.

En diciembre de 2016, millones de venezolanos hacían larga filas en los bancos para entregar los billetes de 100 bolívares que salieron de circulación por orden directa del presidente Nicolás Maduro.

La decisión de retirar los billetes, de acuerdo con el entonces ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, fue la respuesta a la extracción ilegal de 300 mil millones de bolívares que fueron sacados del país por supuestas mafias internacionales que buscaban una desestabilización económica.

Este caso sería apenas la superficie de una montaña de bolívares que aparecieron posteriormente en diferentes mercados de monedas ilegales de América Latina.




En febrero de 2017, autoridades en Paraguay decomisaron un aproximado de 25 toneladas de bolívares venezolanos en la ciudad de Saltos del Guairá, en la frontera con Brasil. Según el reporte de la policía local, los billetes, en su mayoría de denominación de 50 y 100 bolívares, iban a ser utilizados para falsificar otras monedas.

Un año después, en abril de 2018, el gobierno venezolano asestó uno de los golpes más fuertes que han sufrido las redes ilícitas que controlaban la extracción y contrabando de billetes en el país. A través de la Operación «Manos de Papel«, las autoridades desarticularon una red transnacional dedicada al tráfico de moneda y a la manipulación ilegal de la tasa de cambio en la zona fronteriza.

“Se detectaron varias redes trasnacionales del crimen organizado con 2 propósitos, la primera: extracción y robo del cono monetario y la segunda: imposición de tasas criminales del dólar especulativo”, señaló por medio de un comunicado el entonces vicepresidente de Venezuela, Tarek El Aissami.

Además de Paraguay, países como Colombia, Ecuador y Brasil también reportaron decomisos de billetes venezolanos que terminaron siendo transformados en dólares u otras monedas de alto valor en el mercado de divisas.

“Estas mafias no solo usan bolívares, pero para ellos es más fácil usar billetes venezolanos. En este caso es más fácil obtener la materia prima de un cono monetario que anda rodando por todas partes del mundo y que además no tiene ningún valor”, afirmó el economista del Observatorio Venezolano de Finanzas.

En un operativo en abril de 2023, la Policía de Colombia arrestó a dos personas que eran parte de una red de falsificación y tráfico de moneda que compraba bolívares en la frontera con Venezuela, los transformaba en dólares en suelo colombiano y los enviaba a Ecuador.

Dicha organización delincuencial, según una publicación de Revista Semana, adquiría cajas de billetes de origen venezolano en la ciudad fronteriza de Cúcuta. Posteriormente, trasladaba los bolívares hasta Medellín, donde eran sometidos a un proceso químico de blanqueamiento para obtener el papel moneda que insertaba en las impresoras offset, una técnica de impresión en el que se utiliza una plantilla para transferir la imagen de tinta a un papel.

Para evitar llamar la atención de las autoridades aduaneras o fronterizas, las redes dedicadas al transporte envían pequeñas cantidades de billetes a otros países por medio de correos humanos, servicios de encomiendas o buses de servicio público, le explicó a InSight Crime una funcionaria judicial colombiana.




Uno de los últimos hallazgos de bolívares en manos de redes de traficantes se produjo en agosto de 2023 cuando la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) detuvo a cinco personas que estaban custodiando una bodega en el municipio Junín, Táchira, donde estaban almacenadas 6.000 bolsas repletas de billetes de diferentes denominaciones del cono monetario venezolano.

El dinero encontrado, de acuerdo con las fotos publicadas en el reporte oficial, tenía las mismas características de los billetes de 100 bolívares que fueron retirados hace casi 7 años con el decreto del 2016.
El efecto contaminante de vecinos falsificadores

Mucho antes de que en Venezuela se hablara de dólares falsos, en Colombia y otros países del continente sudamericano ya existían clanes con tradición en este oficio criminal.

Aunque es difícil establecer la fecha exacta de la aparición de los primeros dólares fraudulentos en América Latina, para 1991, Marino Radillo, investigador del Servicio Secreto de Estados Unidos -la agencia encargada de investigar y rastrear la falsificación de la moneda estadounidense- aseguraba que el 30 % de los dólares falsos que estaban circulando alrededor del mundo en ese entonces se producían en suelo colombiano. Esa misma institución estableció en 1996 una oficina en Bogotá, Colombia, con el fin crear estrategias conjuntas con las autoridades locales ante el incremento de esta actividad criminal.

Fue así como durante los años 90 y la primera década de los 2000, Colombia fue catalogada como el epicentro de producción y tráfico de moneda falsa a nivel mundial. Ciudades como Bogotá, Cali y Medellín, rotuladas como el “Triángulo de Oro”, estuvieron en el foco por la calidad y sofisticación de las técnicas empleadas que había detrás de millones de dólares decomisados.

No obstante, a partir del 2003 Perú entró en la contienda del mayor productor de dólares falsos. De acuerdo con un agente norteamericano en entrevista con la BBC, para 2009, el 17 % de los billetes falsificados que entraban a Estados Unidos provenían de Perú.

Para 2013, de acuerdo con información del Servicio Secreto y autoridades peruanas, las organizaciones criminales de Perú desplazaron a Colombia como el principal fabricante de moneda fraudulenta a escala global. En un periodo no mayor a 10 años, se incautaron un aproximado de 103 millones dólares falsificados en este país.

Incluso, un falsificador de dólares peruano que fue entrevistado por National Geographic en 2020, dijo que su organización estaba en capacidad de producir US$ 6 millones en 45 días.

En conversación con InSight Crime, una funcionaria del sistema judicial en Colombia que investiga este fenómeno y que prefirió omitir su nombre por posibles represalias de grupos delictivos, comentó que el afianzamiento de Perú y Colombia como productores de billetes falsos no fue casualidad. Las organizaciones criminales de ambos países eran garantía de experiencia, bajos costos y una excelsa calidad que no tenía competencia en otros lugares.

Tras más de dos décadas de intensos operativos y estrategias multinacionales para frenar la falsificación de moneda en Perú y Colombia, recientes incautaciones y reportes indican que ambos países siguen estando en la cúspide de producción de moneda falsa en América Latina.

En cuanto a las técnicas utilizadas en la región, la impresión láser, la técnica offset y la serigrafía se han mantenido como las más populares.

Aunque la Policía en Colombia asegura que la impresión offset es la más popular entre las redes delincuenciales, un funcionario de la DIJIN que habló bajo reserva mencionó que los criminales estarían migrando hacia el uso de impresoras láser ya que la calidad y los detalles de los billetes son superiores y ofrecen resultados más rápidos.

Una vez los dólares están almacenados y listos para ser transportados, los destinos preferidos por las redes criminales, además de Estados Unidos, son países de la región como México, Ecuador, Panamá, Argentina, y más recientemente, Venezuela.





Fuente de texto e imágenes: https://insightcrime.org/es/noticias/sombra-dolares-falsos-cubre-venezuela/












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